Capitulo 3
Me encontraba sentado en la arena, esperando a que volvieran las patrullas. Tenía pocas esperanzas de que regresaran pero sin embargo allí estaba. Mis soldados descansaban igual, muchos de ellos heridos por la explosión de la nave. Maldije en voz baja un millón de veces. Si tan solo hubiéramos podido atravesar el maldito vórtice, hubiéramos capturado a ese idiota de Xio. Estaba muy molesto. No solo por que se me había escapado de entre mis garras, sino también por que después de un fracaso, sobre todo en una misión tan importante como esta, viene un castigo.