Rebelión

Rebelión
Capítulo 5 ya disponible/Capitulo 6 en desarrollo

15 nov 2015

Capitulo 4

Capitulo 4

La nave ya se encontraba a unos cuantos kilómetros del planeta cuando salimos del modo de sigilo. Mis manos estaban sudorosas y temblaba. Los minutos anteriores ocurrieron con mucha rapidez. El reptiliano, el cuchillo, el asalto... Estaba muy cansado. Me dirigí al puesto de mando. Allí estaba Koralli sentada mientras dirigía la nave. Me senté a su lado. Le pregunté como iba todo y luego de que contestara nos quedamos en silencio. Delante se podía ver el infinito negro de espacio con miles de puntos brillantes. Miles de estrellas con incontables mundos en ellas. Mundos que quizás nunca sean descubiertos por otros. Era tan tranquilo allí fuera. Nada interrumpía la calma del basto espacio.

La calma fue interrumpida a los poco minutos por aullidos. Gritos de dolor, agónicos.
Me levanté del asiento y me dirigí a la parte de atrás. Allí estaba Xio tirado en el suelo, retorciéndose de dolor, convulsionando. Sus ojos estaban fuera de órbita y un sudor frío recorría todo su cuerpo. Me acerqué con cuidado y miré nuevamente la herida dejada, en el tobillo del eterno, por la daga. El corte era poco profundo y no tenia mucha longitud. Pero el veneno era el que causaba tantos problemas. La herida estaba hincada y violeta junto con todo el resto de la pierna. También había mucho pus y alrededor del corte y la piel tenia un tono podrido. Estaba preocupado, y me revolvía el estomago contemplar tan grotesca escena. Aún así sabía que Xio podría resistir el veneno. En un atlante esto habría causado una parálisis total en un minuto y luego de 4 más la muerte del envenado. El eterno ya llevaba 1 hora luchando por resistir la ponzoña.

Una vez que Xio hubiera superado otra de sus crisis me volví a la cabina. Al llegar mire a Koralli, tenia una expresión muy seria.

- ¿Sucede algo?- pregunté

-Hay un bloqueo justo delante-

Justo delante nuestro había una gigantesca flota reptiliana. Debía de haber unas 50 Sierpes y un millar de otras naves pequeñas. Estábamos en serios problemas. Por el transmisor salió una mensaje solicitando identificación. Seguimos avanzando mientras más mensajes seguían llegando, uno más amenazante que otro. Entonces mandaron el ultimátum. Si no nos identificábamos abrirían fuego. Koralli activo el dispositivo de sigilo y en un instante desaparecimos de la vista de nuestro enemigo. Inmediatamente después de eso una tormenta de láser invadió el espacio. La nave comenzó a dar giros y a evitar la mayor cantidad de impactos posibles. Varios tiros lograron dañar la nave. Si seguíamos así destruirían la nave.

Mientras rezaba a los 7 mares por que saliéramos vivos de allí, sentí una presencia a mis espaldas. Cuando me dí la vuelta, vi a Xio sosteniéndose en pie a dura penas y ayudándose con la silla del copiloto. Tenia un aspecto demacrado. Parecía que estuviera haciendo fuerza, mucha fuerza. De pronto sus ojos se iluminaron y delante nuestro un pequeño e inestable vórtice se abrió. La nave lo atravesó quedando fuera del fuego enemigo y lejos del bloqueo. El eterno de se desplomó. Lo tomé en brazos y lo acosté de nuevo en la parte trasera de la nave.

Volví entonces a la cabina y le pregunté a Koralli si todo marchaba bien. Al parecer un tiro logró alcanzar el motor. Estábamos varados. Ella se puso a trabajar en la reparación del motor de inmediato. La observe trabajar unos minutos para luego volver a la cabina y recostarme.

Dormí mucho tiempo. El cansancio logró vencerme. Aún así no descanse demasiado, ya que mis descanso estuvo lleno de oscuros y turbios sueños. Cuando finalmente me desperté. Koralli estaba acostada a mi lado. Todo parecía tranquilo. Observe entonces algo extraño. Un punto en el vasto negro del espacio que parecía estar acercándose a alta velocidad . Pasaron unos minutos antes de que me diera cuenta que aquello debía ser una nave. Rápidamente desperté a Koralli. Ella, un poco sobresaltada, miró hacía el punto e identifico con extrema rapidez la nave. Un crucero superluminico de alta tecnología, un transporte de guerra  meraqi de alta velocidad, preparada para rápidamente llegar a cualquier punto. Generalmente era usada para el rápido transporte de recursos y tropas o para la captura de enemigos extremadamente peligrosos. Entonces fue cuando me dí cuenta. Un sudor frío me corrió por la espalda y mis escamas perdieron el brillo. Me quede congelado en el asiento sabiendo que venían por nosotros. Los meraqi estaban del lado de los reptilianos.




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